El Embajador chino en Ecuador Chen Guoyou publicó el 20 de abril en El Telégrafo un artículo de opinión titulado Iniciativa de la Civilización Global: la propuesta china en el camino hacia la modernización. A continuación el texto completo del artículo.

En el mundo de hoy, múltiples desafíos y crisis están entrelazados. La recuperación económica mundial sigue siendo lenta, la brecha de desarrollo se está ampliando, el entorno ecológico se está deteriorando y la mentalidad de la Guerra Fría aún persiste. El proceso de modernización de la humanidad ha llegado una vez más a una encrucijada de la historia.

Ante los retos comunes en el camino hacia la modernización de toda la humanidad, China siempre ha insistido en avanzar de la mano con todos los países del mundo: busca un desarrollo de alta calidad y promueve el crecimiento y la prosperidad mundiales; salvaguarda la equidad y la justicia internacionales y consolida la paz y la estabilidad mundiales; impulsa los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones y fomenta el progreso de las civilizaciones humanas.

En el año 2021 y el 2022, respectivamente, el presidente chino Xi Jinping propuso la Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa para la Seguridad Global. En la reciente Reunión de Alto Nivel del Partido Comunista de China en Diálogo con los Partidos Políticos Mundiales, el mandatario chino presentó por primera vez la Iniciativa de la Civilización Global, la cual consiste en abogar conjuntamente por el respeto a la diversidad de civilizaciones en el mundo, por los valores comunes de la humanidad, por la importancia de la herencia y la innovación de las civilizaciones, así como por fuertes intercambios y cooperaciones culturales y entre pueblos a nivel internacional.

Dicha Iniciativa constituye otro importante producto público brindado por China a la comunidad internacional en la nueva era, que, sin duda alguna, inyectará una fuerte energía positiva para promover el proceso de modernización humana y la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad.

Desde la antigüedad, la civilización china ha mantenido el carácter de apertura e inclusión, que le ha permitido revitalizarse constantemente con los intercambios y el aprendizaje mutuo con otras civilizaciones. Un excelente ejemplo es el espíritu de la Ruta de la Seda, que se luce con la cooperación pacífica, la apertura e inclusión, el aprendizaje recíproco y el beneficio mutuo con ganancia compartida. Como el futuro de todos los países está estrechamente conectado, China insiste en que la belleza de la civilización radica en su diversidad junto con su igualdad; que el significado de la civilización consiste en lo común de las búsquedas pese a sus diferentes formas; que el alma de la civilización se forma al atravesar los tiempos y aún progresar con ellos; que el camino de la civilización se encuentra en respetar y aprender unos de otros para lograr una prosperidad común.

Las civilizaciones varían en sendas características y ventajas, pero no tienen en absoluto distinciones entre lo superior y lo inferior. Debido a que el proceso de la modernización y el desarrollo de la civilización avanzan a la par, la exploración de cada país por el camino de modernización siempre se arraiga en la tierra de su propia civilización.

En este sentido, no existe un modelo universal que sea únicamente correcto, sino que sólo llega a ser óptimo el que sea propicio a uno mismo. Ante los comentarios como el “choque de civilizaciones” o la “superioridad racial”, China aboga con claridad por un respeto mutuo a sus respectivas historias, condiciones nacionales y caminos de desarrollo, y por tener una mente abierta para apreciar las percepciones de valores de diferentes civilizaciones. Hay que enfatizar la importancia de que los intercambios culturales superen el distanciamiento, que el aprendizaje mutuo sobrepase los enfrentamientos y que la coexistencia trascienda los sentimientos de superioridad.

La propuesta de la Iniciativa de la Civilización Global ha proporcionado una nueva fuerza motriz y una renovada garantía para la cooperación global en materia de desarrollo y seguridad, consolidando la base humanística para la construcción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad. Ha sido una reflexión del compromiso de China con la misión de buscar el progreso de la humanidad y la armonía del mundo entero.

Tanto China como Ecuador cuentan con historias largas y civilizaciones espléndidas y ambos países comparten hoy en día una aspiración por la consecución de la modernización. La parte china está dispuesta a trabajar junto con la comunidad internacional, incluida la parte ecuatoriana, para abrir una nueva perspectiva de mejores intercambios y entendimiento entre diferentes pueblos y mejores interacciones e integración de culturas diversificadas, a fin de que el jardín de las civilizaciones del mundo sea colorido y vigoroso, promoviendo que el proceso de modernización mundial avance con vitalidad.